¿ Que es la Medicina Ortomolecular ? El tratamiento de vitaminas que todos hablan...

La terapia ortomolecular (o tratamiento bioquímico) busca el restablecímíento de la salud mediante la corrección bíoquímica patológica que hay detrás de toda enfermedad. El término ortomolecular lo utilizó por primera vez el matemático, físico, bioquímico y premio Nobel norteamericano Linus Pauling, en el artículo Orthomolecular Psychiatry que publicó la revista Science (1969). En este artículo hablaba sobre los trabajos de Abraham Hoffer, que había tratado y mejorado pacientes psiquiátricos graves, afectados por delirios, alucinaciones y psicosis, a base de un tratamiento con: suplementaciones proteínicas importantes y Vitamina C y B3 a dosis altas.
Linus Pauling consideraba la terapia ortomolecular como la terapia que conserva la salud óptima y trata las enfermedades variando las concentraciones de las sustancias que están presentes en el organismo y que son necesarias para la buena salud.
La palabra ortomolecular viene del griego «orto», que significa justo. Y aunque como terapia suele estar marginada por un sector de la medicina, la medicina ortomolecular sigue desarrollándose en EE.UU., Canadá, Inglaterra, Francia y también en España.
La medicina ortomolecular trata las enfermedades con nutrientes naturales que existen de manera natural en nuestro organismo (aminoácídos, minerales, oligoelementos, enzimas y ácidos grasos) y no con medicamentos. También se la conoce con los términos nutriterapia y medicina nutricional.

La medicina ortomolecular nos enseña a restablecer la salud del enfermo ajustando la dieta y los nutrientes a las necesidades de cada persona. Pensando que lo más importante es prevenir, aumentando las defensas de ese organismo y restableciendo su equilibrio. La medicina ortomolecular confirma y hace suyo también el celebérrimo aforismo: «Que tu medicina sea tu alimento, y tu alimento sea tu medicina».
Cuando hay alteraciones en las células, este desequilibrio molecular provocará una sintomatología de anormalidad funcional o de pre-enfermedad que el buen terapeuta no dejará de observar y aplicará los suplementos nutricionales y la dieta necesaria para corregirlos.
¿SUPLEMENTOS NUTRICIONALES O MEDICAMENTOS? LA DIFERENCIA
El suplemento nutricional, al igual que el nutriente (dieta) alimentan, mientras que el medicamento «cura». El medicamento tiene indicaciones, po sologías, vías de administración, contraindicaciones y efectos secundarios o indeseables Todo nutriente puede convertirse en medicamento, pero no viceversa. Por ello el Dr. Bernard Rimland en 1979, dijo que la medicina convencional que utiliza fármacos o sustancias extrañas a nuestro organismo debería llamarse «medicina toximolecular». Es un término justamente opuesto a la terapia ortomolecular, que significa molécula correcta o elemento nutritivo esencial, tomado en la dosis óptima, en el momento preciso y de la forma adecuada.

LOS SUPLEMENTOS NUTRICIONALES
Se consideran suplementos nutricionales:
▪ Vitaminas, que son sustancias químicas llamadas aminas (necesarias para la vida). Su ausencia total en la alimentación provoca enfermedades graves que pueden acabar en la muerte (escorbuto, beri-beri). Su deficiencia o carencia provocará trastornos más o menos graves, según sea la carencia crónica, aguda o repetida. Tenemos dos tipos de vitaminas:
• Vitaminas hidrosolubles, que se disuelven en el agua. Son la vitamina C y todas las del grupo B y las sustancias que están emparentadas con ese grupo como colina, inositol, PABA. Estas vitaminas son más frágiles y su aporte debe ser renovado constantemente, ya que no se quedan almacenadas en el cuerpo y se eliminan.
• Vitaminas liposolubles, que el cuerpo guarda en los tejidos, el hígado y la grasa. Son las vitaminas A, E, D y K. Debido a que nuestro cuerpo las almacena su carencia es mas rara, pero su metabolismo puede estar afectado por los órganos reserva (hígado) o el de sus proteínas portadoras. También su almacenamiento puede traer problemas de sobredosis en caso de aportes excesivos y no controlados, sobretodo en las vitaminas A y D.

▪ Minerales, tan importantes para la salud del cuerpo como las vitaminas.
▪ Oligoelementos, que están en cantidades mínimas, pero que su función no es por ello menos importante.
▪ Ácidos grasos. Los componentes de las grasas se dividen en:
• Ácidos grasos saturados, proceden del reino animal y los obtenemos de la carne y los productos lácteos como la mantequilla, los quesos, la leche.
• Ácidos grasos monoinsaturados, provienen del aceite de oliva. Es el ácido oleico.
▪ Ácidos grasos poliinsaturados, proceden del reino vegetal, de la carne y del pescado. Son el ácido linolénico y el ácido linoleico.
▪ Aminoácidos, que son las proteínas mediante las cuales fabricamos nuestros tejidos y órganos. Son veinticinco y su ca rencia provoca desnutrición. Algunos de ellos son esenciales y por ello no pueden ser sustituidos por otros y han de ser aportados por la dieta. Son: Cisteína, Fenilalanina, lsoleucina, Leucina, Lisina, Metionina, Treonina, Triptófano, Valina.
SUPLEMENTOS ALIMENTICIOS
Debido a la pobre calidad de los alimentos, las necesidades de una suplementación nutricional han ido en aumento. Ante todo hay que considerar que ésta ha de ser personalizada. Las necesidades individuales variarán en función de:
• La eficiencia de la digestión.
• La eficiencia de la absorción.
• La eficiencia de la utilización.
• La genética o terreno (la individualidad bioquímica personal).
• La edad (no necesitará la misma cantidad un niño que un adulto).
• El sexo.
• El estado fisiológico {gestación, lactancia, pubertad, menopausia, etc.).
• La.actividad física y psíquica (cuanto más pesado necesitará más suplementación).
• El estrés psicológico o emocional.
• La herencia genética.
• La evolución de las enfermedades (si van mejorando P9dríamos reducir la dosis o al revés).
• La contaminación ambiental laboral y familiar {polución, líneas eléctricas, deficiència de nutrientes en la tierra y por tanto en los alimentos).
• Consumo de productos refinados {azúcar, harinas, etc.).
• Toxemia corporal por consumo prolongado de fármacos, sustancias químicas (inhalación y absorción) tales como: metales pesados, aditivos, conservantes, aromatizan tes alimentarios, cosméticos, productos industriales, etc.
• Tabaco, alcohol, café, té y otras drogas perjudiciales.

LA MEDICINA ORTOMOLECULAR Y LOS EQUILIBRIOS MOLECULARES
El objectivo final de la Medicina Ortomolecular es lograr los equilibrios moleculares óptimos entre nuestros elementos internos y los naturales:
• Equilibrios nutricionales (proteínas, lípidos, glúcidos, vitaminas, minerales, ácidos grasos y aminoácidos.
• Equilibrios enzimáticos
• Equilibrios endocrinológicos.
• Equilibrios funcionales y orgánicos, cuya base es bioquímico.
Por ello no es nada extraño comprobar que los grandes precursores de la Medicina Ortomolecular son químicos, bioquímicos o biofísicos como Pauling, Passwater y Walford.

DOSIS DIARIAS RECOMENDADAS
Las recomendaciones sobre la ingestión de nutrientes fundamentales (vitaminas, minerales, oligoelementos, ácidos grasos y aminoácidos esenciales) establecidas por las autoridades competentes de sanidad en el campo de la nutrición son muy variadas dependiendo del país, estado fisiológico de la persona, factores intrínsecos y extrínsecos de la persona.
En el mundo anglosajón los suplementos dietéticos están presentes desde hace muchos años y al alcance de todo el mundo, ya que su venta es libre en EE.UU., autorizada por las autoridades sanitarias (FDA, Food and Drug Administration).
En Europa existen dos corrientes: una considera que una alimentación equilibrada y variada evitará las carencias, aunque en determinadas situaciones (embarazo, enfermedades, consumo de medicamentos, tabaco), matizan, se puede utilizar los suplementos nutricionales.
Otra considera que es peor para la salud la carencia de nutrientes que una ingestión excesiva, ya que la mayor parte de ellos no son peligrosos, con excepción de la vitamina A de origen animal (retinol) y la vitamina D.
En España estas recomendaciones son arbitradas a través del Instituto de Nutrición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
De todos modos actualmente se están siguiendo amplios y variados estudios en muchos países para poder determinar con más precisión la ingestión diaria recomendada o IDR (RDA, DCR, ACR, DDR).
En Francia, el organismo francés CNAM, INSERM ha selecionado a un grupo de 100.000 personas, de las cuales escogerá 15.000 durante ocho años, para estudiar los efectos de diversas suplementaciones en la evolución de la salud y la aparición de ciertas enfermedades.

Por todo ello, se puede definir la IDR como la cantidad mínima de nutrientes que permite no enfermar, teniendo en cuenta ciertos casos como la infancia, embarazo y vejez. Por ejemplo, menos de 100 mg diarios de vitamina C provocaría el escorbuto.
Pero sobre dosis es muy difícil llegar a un acuerdo. Linus Pauling decía que no había razón para pensar que en cada sujeto el IDR fuera idéntico, ya que la genética particular traía naturalmente su propia individualidad bioquímica, biológica, fisiológica y psicológica.

INDIVIDUALIDAD BIOQUÍMICA
A partir de este lógico enunciado, se llegó a uno de los principales conceptos de la medicina ortomolecular, que es el concepto de la Individualidad bioquímica. Y este llevó a la siguiente conclusión:
Nadie tiene las mismas necesidades de nutrientes por razones (genéticas, ambientales, modo de vida, edad, estado, circunstancias, patologías, etc.) y que por ello: la necesidad individual óptima (NIO), debía de sustituir a la imprecisa IDR.

SUPLEMENTACIÓN ORTOMOLECULAR, NATURAL O SINTÉTICA
Como decimos, no es posible mediante la dieta obtener los nutrientes necesarios, por eso en medicina ortomolecular y suplementación nutricional deberán suministrarse mediante la síntesis de esos alimentos, es decir, en formas concentradas de nutrientes.
La bioquímica actual está en condiciones de copiar las formas naturales y, en particular las formas estructurales de las moléculas, quizás la complicación sea la compleja composición de un extracto natural comparado con un conjunto de moléculas sintéticas.
Pero a pesar de que las vitaminas y los minerales sintéticos producen resultados satisfactorios, los resultados de las vitaminas naturales (de síntesis) en gran parte de los casos sobrepasan a los de las sintéticas.
El análisis químico puede parecer igual, pero hay algo en las vitaminas naturales que no tienen las sintéticas, ¿será acaso vida?
Se producen menos malestares intestinales y reacciones tóxicas con los suplementos naturales cuando se exceden las dosis recomendadas.
La diferencia entre orgánico e inorgánico es diferente que entre sintético y natural, ya que todas las vitaminas son orgánicas, tanto las sintéticas como las de síntesis. Todas ellas son sustancias que contienen carbón.

QUELACIÓN. SUPLEMENTACIÓN ORTOMOLECULAR QUELADA
La quelación es el proceso mediante el cual las sustancias minerales se cambian en su forma digestible. En muchas personas este sistema de quelación no es lo suficientemente perfecto, y por ello gran parte de los alimentos o suplementos que toman no lo aprovechan.
En estos casos no se digieren los alimentos y sólo se absorben entre el 2 y el 10% del hierro inorgánico, pero es que luego de esta cantidad el 50% es eliminado. Por ello, es importante tomar alimentos quelados (llevan lazos de aminoácidos y proporcionan una asimilación diez veces mayor que los otros.

SUPLEMENTACIÓN ORTOMOLECULAR DE DESINTEGRACIÓN LENTA
Mediante este proceso de elaboración, las vitaminas son agrupadas en micropíldoras y combinadas de forma que se vayan desprendiendo poco a poco para asegurar una absorción en un tiempo de 6 a 12 horas. Como que la mayor parte de vitaminas son hidrosolubles, no pueden almacenarse en el cuerpo y serían absorbidas por el torrente sanguíneo y excretadas por la orina en 23 horas. Las vitaminas liposolubles permanecen en ei cuerpo aproximadamente 24 horas, pero su excedente se almacena en el hígado por tiempo más largo.
DOSIFICACIÓN ORTOMOLECULAR
Nuestro cuerpo funciona las 24 horas del día sin descansar, por ello aunque nosotros estemos descansando, las células necesitan oxígeno y nutrientes. Por ello se considera que darà mejores resultados el repartir y espaciar durante el día la suplementación ortomolecular.
La mejor forma es durante o después de las comidas, ya que al ser sustancias orgánicas serán mejor asimiladas, junto con otros nutrientes, en el bolo alimenticio de una forma fisiológica. Si no es posible repartirlas entre todas las comidas del día mejor hacerlo en el desayuno y la cena. Y si se tienen que tomar todas de golpe, tomarlas mejor en la cena.
Ciertos problemas de intolerancia gástrica (dolores, ardor) se deben a la absorción en ayunas de un exceso de comprimidos. Si se encuentran restos de comprimidos en las heces, nos indicará una insuficiencia digestiva (aclorhidria) que deberá corregirse.
Las vitaminas deberán guardarse en un lugar fresco, lejos de la luz y estar bien selladas. Si huelen mal no significará necesariamente que estén estropeadas, pero aún si lo estuvieran no pueden causar ningún daño, ya que lo peor que podrá pasar es que perderán su eficacia.
Las vitaminas del grupo B, y sobre todo los complejos que contienen B2 (ribofla vina), colorean la orina de amarillo, pero esto no tiene ninguna importancia.
DIAGNÓSTICO EN ORTOMOLECULAR
Para poder hacer un buen diagnóstico de una enfermedad se pueden utilizar los siguientes sistemas:
▪ Examen iridológico (conoceremos el estado del terreno del paciente, donde y cómo está).
▪ Examen de la lengua (el de MTCh es más preciso).
▪ Examen de la cara, brillo de los ojos, dientes, uñas.
▪ Examen del pelo (estado de los minerales).
Eso no excluye la utilización, en caso realmente necesario, los siguientes análisis biológicos:
▪ Radiografías (trastornos óseos: artrosis, desviaciones de columna, etc..) (hemia).
▪ Análisis de sangre y orina con:
- Recuento de glóbulos sanguíneos (para saber deficiencias de hierro y/o folatos).
- Estudio de la glicemia y la insulinemia en ayunas y después de las comidas (problemas de peso y riesgo vascular, estados distónicos. y neuropsiquiátricos).
- Dosis sanguíneas e intraeritrocitarias de ciertos minerales: magnesio, sodio, zinc (sobre todo en depresión, fatiga, alergias).
- Comprobar en sangre y plasma la posible existencia de metales tóxicos (fatiga, depresión, hipertensión, trastornos vasculares y psiquiátricos).
- Dosis de aminoácidos en la orina (geriatría, medicina deportiva y psiquiatría).
- Medidas del estrés oxidativo (homocisteína, perfiles de ácidos grasos membranosos y dosis de enzimas antioxidantes como la superóxidodismutasa o la glutación peroxidasa en laboratorios especializados).
- Perfiles proteicos y estudio del recuento y las subpoblaciones linfocitarias en los problemas vinculados al sistema inmunitario (enfermedades autoinmunes, alergias, insuficiencias alimentarias, patologías infecciosas, etc.).
Todas estos análisis no son para confirmar un diagnóstico médico, aunque no esté excluida tal posibilidad, sino para precisar una tendencia, un estado carencial nutricional con relación a un trastorno del metabolismo por deficiencia de asimilación o perdida anormal de nutrientes. Todo ello nos llevará a un tratamiento de prevención de las enfermedades producidas por esa desnutrición.

ARGUMENTOS EN FAVOR DE LA TERAPIA ORTOMOLECULAR
▪ La agricultura moderna ha empobrecido los suelos y esto repercute en los nutrientes y los minerales que componen las frutas, cereals y legumbres.
▪ Los sistemas de conservación y almacenamiento agravan la situación. Las vitaminas E, C y B1 sufren alteraciones con la congelación. El refinado de los cereales produce una carencia de esas mismas vitaminas que antiguamente eran nuestra fuente.


▪ Las legumbres cocidas, raspadas, escaldadas y peladas dejan en el fregadero o en la cacerola las vitaminas solubles B y C y la mayor parte de los minerales. El vapor suave (la cocción al vapor y no la olla a presión) y el estofado parece ser que son los sistemas de cocción que conservan mejor los nutrientes. Según algunos autores la vitamina B6 podría ser alterada con la cocción en el horno y el microondas.
▪ Si en nuestra alimentación dominan los cereales refinados aumentarán las necesidades de vitaminas del grupo B y cromo (este último para mantener el equilibrio glucidolipídico con trastornos tales como glicemia, disglicemia y espasmofilia).
▪ Los regímenes alimenticios hipocalóricos, hipolipídicos o hipoglucídicos para adelgazar, perder la celulitis, el ácido úrico o el colesterol agravan aún más las carencias. Antiguamente eliminaban la sobrealimentación con una supercombustión lo cual les conducía a la gota o la apoplejía, pero a cambio no padecían un riesgo carencial.
▪ Los regímenes alimentarios producen carencias de A, C, E y minerales como el magnesio, potasio, calcio, zinc y hierro. Los vegetarianos estrictos padecen carencias de hierro, vitamina B12 y folatos. El consumo excesivo de fitatos (cereales no refinados) da carencias de minerales, sobretodo zinc.
▪ La exposición continuada y exclusiva a la luz artificial aumenta las necesidades de vitamina D, necesaria para la prevención del raquitismo, osteoporosis, crecimiento. El no tomar el sol y la atmósfera contaminada que lo oscurece, impide que se produzca la síntesis de la vitamina D a nivel cutáneo.
▪ La calidad del medio ambiente actual, aire, agua y alimentos no es el mejor, si a ello le unimos la alimentación moderna que contiene alrededor de 250 pesticidas y herbicidas, de los cuales unos 60 están reconocidos como cancerígenos y el resto todavía no se sabe, veremos que no nos invita a la tranquilidad.
▪ ¿Qué queda de la vitamina C de los cítricos, kiwis y otras frutas y legumbres después de ser, almacenadas, troceadas, oxidadas, enfriadas, conservadas o recalentadas?
▪ Los alquitranes del tabaco absorbidos en el humo, activa o pasivamente, atacan a los órganos digestivos o respiratorios. Un cigarrillo consumido requiere 30 mg de vitamina C para compensarlo. Para un fumador la necesidad diaria de vitamina C debería ser mucho más alta, cosa difícil de obtener con la alimentación actual.
▪ El alcohol, tóxico especialmente para el hígado, reduce la absorción y la biodisponibilidad de los micronutrientes. Los alcohólicos crónicos y «de sociedad » (no reconocen serlo), presentan carencias de tiamina (B1), niacina (B3), piridoxina (B6), ácido fólico (B9) y vitamina B12, calcio, magnesio y zinc.
▪ El alcohol agrava la oxidación radical así como los efectos dañinos del tabaco. El alcohol es dañino sobre las mucosas digestivas sobre todo cuando se toma en exceso y de manera frecuente. Sin embargo, el buen vino aporta taninos, vitaminas y minerales.
▪ La toma de bebidas muy calientes como té, café y especies en cantidad excesiva provocará inflamaciones en los órganos digestivos que, a su vez, dará mala absorción de los nutrientes.
▪ Los antibióticos, antiinflamatorios, laxantes y muy probablemente casi todos los medicamentós provocan modificaciones en la flora intestinal, la cual no puede produir la síntesis fisiológica de las vitaminas del grupo B. Cuando se toman antibióticos es preciso dar dosis de magnesio, ya que muchos antibióticos actúan como quelantes del magnesio. También será necesario compensar los radicales libres de esos medicamentos, mediante el betacaroteno y las vitaminas C, E y el selenio.
▪ En el estrés, aumentan las necesidades de vitaminas B6, B5 y C, así como los aminoácidos ácido glutamínico, la L glutamina y la arginina.
▪ La ingestión de anticonceptivos orales aumenta las necesidades de vitamina B6, C, riboflavina, folatos y zinc.
LA CORRECCIÓN DIETÉTICA ANTES DEL TRATAMIENTO ORTOMOLECULAR
Esta corrección es indispensable e inevitable y debería ser un primer paso antes de empezar el tratamiento ortomolecular. Se puede resumir así:
▪ Comer menos grasas, reducir o eliminar las carnes, queso graso y mantequilla.
▪ Consumir menos azúcares (eliminar el azúcar blanco), dulces, harinas blancas refinadas que aportan calories vacías.
▪ Alimentación variada (si no se es vegetariano): un día carne, otro pescado y el tercero huevos, evitando asociar en una misma comida un exceso de proteínas de origen animal.

▪ Consumir mas cantidad de fibras con las legumbres, verduras con fibra (nabos, zanahorias, apio), frutas con fibra (manzana), cereales completos o semicompletos (arroz, pastas, copos de avena, mueslis) y leguminosas (soja, lentejas, habichuelas, guisantes).
▪ Aceite para cocinar y·aliñar de oliva de primera presión en frío.
▪ Comer más pescado.
▪ Reducir el consumo de sal (sodio), consumir menos conservas y alimentós preparados industrialmente, ya que suelen ser los más salados. Usar sal de mar que aportarà otros oligoelementos aparte de sodio.
▪ No consumir alcohol. Uno o dos vasos de buen vino tinto aportan tanino, vitaminas y minerales pero tres ya es peligroso. Los aperitivos no aportan lo que los buenos caldos.
PRECAUCIONES CON LA TERAPIA ORTOMOLECULAR. HIPERVITAMINOSIS
Es difícil provocar una hipervitaminosis (excesos de vitaminas) y mucho menos si se respetan las precauciones y consejos de los terapeutas. Pero el riesgo siempre serà menor que el de una hipovitaminosis (deficiencia de nutrientes). De todas formas valdrá la pena tener precauciones con:
▪ L-arginina. Está contraindicada para los pacientes con afecciones tumorales y enfermedades víricas graves.
▪ Calcio. Sus excesos pueden alterar el equilibrio entre el magnesio y el calcio y provocar o agravar una arteriosclerosis y alterar el metabolismo óseo. Pueden aumentar de peso y no darlo en casos de litiasis.
▪ Cobre. Su exceso puede provocar astenia, depresión física y psíquica, insomnio y pérdidas de memoria. El equilibrio entre el zinc y el cobre es muy importante ya que están en sinergía.
▪ L-glutamina. Está prohibida en casos de hiperexcitación nerviosa y de manías. Hierro. Está prohibida en caso de enfermedades inflamatorias (reumatismo) ya que por otra parte la ferritina está elevada. También en casos de enfer:medad hepática inflamatoria y cirrosis y en determinados tipos de cáncer hay que ser prudentes.
▪ L-lisina. Puede agravar una arteriosclerosis, hipercolesterolemia y una hipertrigliceridemia.
▪ Manganeso. Puede agravar los casos de excitación, hipertensión y en consecuencia agravar ciertos dolores de cabeza.
▪ L-fenilalanina. Puede agravar estados de ansiedad, dolores de cabeza e hipertensión. Está contraindicado en caso de fenilcetonuria, cuando se toman ciertos antidepresivos y derivados de la dopamina.
▪ L-tirosina. Contraindicada en caso de hipertensión arterial y de fenilcetonuria.
▪ Selenio. No darlo en tiempo superior de seis meses y en dosis superiores a 200 ug/día. El exceso de selenio o selenosis ha sido identificada en animales y se sospecha en el ser humano, se manifiesta con la caída del cabello y de las uñas, lesiones cutáneas y dolores de tipo polineurítico.
▪ Zinc. Su exceso puede deprimir el sistema inmunitario. Puede provocar reducir el cobre y por ello disminuir el colesterol HDL (colesterol beneficioso).
El zinc puede ser un riesgo de enfermedad cardiovascular. Sus excesos pueden dar náuseas, intolerancia al alcohol, transpiraciones excesivas y agravar los estados de anemia física y/o psíquica y las tendencias alucinatorias. Algunas sales de zinc (gluconatos) pueden provocar intolerancias digestivas y náuseas, entonces es mejor tomarlas al final de las comidas. No tomar zinc en caso de epilepsia.
En cuanto a las vitaminas, deberemos tener precauciones con:
▪ Vitamina D. Es la más tóxica. Provoca calcificaciones tisulares en el corazón, riñones, pulmones, arterias y desmineralizaciones óseas. En un adulto aparecerá la toxicidad aguda con tomas de más de 50.000 UI, pero 1000 - 2000 UI diarias durante mucho tiempo puede provocar litiasis renal.
▪ Vitamina A (retinol). De origen animal. Un adulto con 100.000 UI día puede tener toxicidad aguda y un consumo prolongado de más de 25000 UI día podría tener una toxicidad crónica.
▪ Betacaroteno. A dosis fuertes colorea la piel y las conjuntivas pero no provoca hipervitaminosis.
▪ Tiamina (Vitamina B1), por vía oral no hay ninguna toxicidad, pero en inyecciones y a dosis altas puede provocar asfixias con cefaleas, convulsiones y alergias.
▪ Niacina (Vitamina B3 o PP). A dosis normales suele producir sarpullidos con vasodilatación que desaparecen a los pocos días, sin consecuencias.
▪ Vitamina B6 (piridoxina). A dosis de más de 200 mg y durante más de 3 años puede producir neuropatías al interrumpir el tratamiento.
▪ Ácido Fólico (Vitamina B9). Puede enmascarar a dosis excesivas un déficit de Vitamina B12.
▪ Ácido paraaminobenzoico (PABA). No debe darse a dosis mayores de 2000 mg día y más de cuatro días por semana.
▪ Vitamina C. Es atáxica (respiración irregular) incluso a dosis de 100 g día, pero hay personas que unos gramos dan intolerancias digestivas. ■